viernes, 11 de marzo de 2016

El poder de la música. Desde México, solidaridad con Japón. Crónica de un viaje a cinco años del Gran Terremoto del Este de Japón

México y la Cuenca del Pacífico (UdeG)
Contribución de Melba E. Falck Reyes*

El 11 de marzo de 2011, un triple desastre azotó la costa noreste de Japón, en la región de Tohoku. El terremoto, el tsunami y el accidente de la planta nuclear de Fukushima provocaron que más de 15 mil personas perdieran la vida y, todavía, más de dos mil personas están reportadas como desaparecidas. De acuerdo a datos de la Agencia de Reconstrucción de Japón, cerca de 470 mil personas fueron evacuadas por el desastre y actualmente alrededor de 60 mil personas viven en albergues.

Tengo el privilegio de conocer al Mtro. Mario Rivas de Guadalajara y a la Mtra. Hiroko Sato de Sendai, capital de Miyagi, quien reside actualmente en Guadalajara. Rivas, al cello y Sato al piano, han conformado un dúo formidable y realizan una gran labor solidaria con las comunidades de las zonas afectadas por el Gran Terremoto del Este de Japón, llevándoles el aliento de la música desde Guadalajara.

Así, en los últimos años, Rivas y Sato han viajado en el mes de diciembre desde Guadalajara a Sendai, capital de la prefectura de Miyagi, para llevar conciertos de música a las personas afectadas por el terremoto. En colaboración con el Center for Disaster Education & Recovery Assistance de la Miyagi University of Education, el dúo Rivas-Sato involucró a varios grupos musicales de la ciudad de Sendai para organizar conciertos dirigidos a aquellas personas, que después de cinco años, siguen todavía viviendo en albergues y con el dolor de la pérdida de familiares y amigos.

El 12 de diciembre de 2015, en el “Concierto Flores Musicales para la Reconstrucción”, Rivas y Sato, ofrecieron un “Viaje musical por el Pacífico” con piezas como Guadalajara, Huapango, Mil Vientos, Gracias a la Vida, el Condor Pasa y Danzón No. 2. En la segunda parte del concierto convocaron a los jóvenes del Ensamble vocal A Capella de la Universidad de Educación de Miyagi para interpretar “Florecer al futuro con la Fuerza Juvenil” y concluyeron con “Flor musical uniendo el corazón de México y Japón”, con la Orquesta de Mandolinas, Circolo Mandolinistico Flora. En este acto, realizado en el Hitachi Systems Hall, participaron 50 interpretes y asistieron 150 personas.

El Mtro. Mario Rivas y a la Mtra. Hiroko Sato en el Hitachi Systems Hall.

En los días de Navidad (22, 24 y 25 de diciembre), Rivas y Sato compartieron su música con el Ensamble de TAIKO (tambor original japonés), participando también Kota Onodera con Tap Dance.  Los interpretes se presentaron en varios centros culturales para niños, compartiendo canciones y juegos mexicanos de Navidad y tuvieron la experiencia de romper la piñata. Además de la Miyagi University of Education, participó en estas actividades, la National University Corporation. A estas presentaciones asistieron alrededor de 300 personas: niñas y niños, sus madres y habitantes de la región.

 
 

En presentaciones independientes, el dúo Rivas-Sato ofreció un concierto de intercambio (23 de diciembre) con la Banda de la Secundaria de Minato en la ciudad de Ishinomaki, al noreste de Miyagi, a la que asistieron las familias y maestros de la secundaria y también realizó un intercambio de artistas en la ciudad de Sendai los días 25, 26 y 27 de diciembre, con interpretación en vivo en el “Café Singapore Night”, donde además del dúo Rivas-Sato, se presentaron los artistas, Kanako Haryu (piano), Gyu Watabe (actor-lectura) e Isao Harada (Poeta).

Aquí presento, las reacciones de algunos asistentes a estas actividades, que muestran el poder de la música en el hermanamiento de los pueblos:

“…Pude sentir el apoyo del corazón amable de todo el mundo, pude sentir gran fuerza y amor. ….Muchísimas gracias por darnos un momento de alivio” (mujer, 60 años).

“Good Job!! La interpretación conjunta de Cello y Mandolina fue suprema!!! Esta noche tuve un regalo supremo…” (mujer, 40-50 años).

“Ya viene el quinto año de la restauración… Yo también tuve la experiencia de perder conocidos y familiares, de perder recuerdos…todavía no me puedo aliviar…pero muchísimas gracias por darnos una oportunidad como este concierto, … fue excelente, ..no lo olvidaré” (hombre, 60 años).

“El sonido del Cello de Mario san… maravilloso. Además estoy emocionada porque el ha visitado muchas veces a Japón, desde muy lejos, de México, para apoyar en la restauración. Muchísimas gracias por todo” (mujer, 60 años).

Así concluyó esta labor de solidaridad y amistad entre dos pueblos hermanos, México y Japón. Gracias a Mario Rivas y Hiroko Sato por llevar ánimo y esperanza a los sobrevivientes del terremoto en Miyagi, en un acto de hermanamiento de dos pueblos con la música como vínculo.

 
 
 
 

* Profesora-Investigadora del Departamento de Estudios del Pacífico, CUCSH, Universidad de Guadalajara.

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