Hola a todos, espero hayan tenido un excelente fin de semana, nosotros nos divertimos mucho y les vamos a contar un poco de lo que hicimos. Al sur de la Ciudad de México por la exclusiva zona del Pedregal en donde podemos encontrar hermosas casas de arquitectura única, muchas de ellas realizadas por
Luis Barragán y
Jaime Ceballos, se encuentra una de las escuelas más exclusivas del país, la cual imparte desde educación preescolar hasta la educación media superior, destacando está última al tener el número 1 del ranking entre todas las escuelas de nivel medio superior por su alto nivel educativo y alumnos ingresados en universidades de todo el mundo; este es el
Liceo Mexicano Japonés.
Fundado en 1974 por la comunidad nikkei mexicana, el Liceo es una institución educativa que permite tanto a japoneses como mexicanos darle una educación al estilo japonés a sus hijos. La escuela se divide en 2 secciones, la sección japonesa y la sección mexicana, y ambas tienen planes de estudios similares que combinan los aportados por la SEP (Secretaría de Educación Pública de México) y el MEXT (Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología del Japón por sus siglas en inglés), en donde los niños son educados con estrictos principios de ética, fomento de la curiosidad y la enseñanza de los idiomas extranjeros ingles para todos los niños, español para los niños de la sección japonesa y el japonés para los niños de la sección mexicana.
Una tradición muy japonesa es la realización de un Bunkasai (festival cultural), en donde los niños y sus padres participan de distintas actividades artísticas realizadas con objetos de reciclaje como cartones de leche, de huevo y latas.
En el Liceo se realiza su Bunkasai cada año en enero, siendo este la 11va edición, el año pasado debido a deberes escolares no pude asistir pero una integrante de
Asia~Stage sí pudo reportar el 10mo Bunkasai. Este festival abierto a todo el mundo, a diferencia de los realizados en Japón que son sólo para los estudiantes y sus padres, se puede convivir con distintos aspectos de la cultura japonesa y mexicana.
Al entrar a las instalaciones fuimos recibidos por distintos locales de venta de cosas muy interesantes como papelería japonesa, juguetes didácticos, relojes y hasta verdura de las chinampas de Xochimilco, local que era acompañado por nuestra amiga
Lupita-chan, la ajolotita rosa amiga del intercambio México-Japón.
Subiendo las escaleras continuamos viendo más locales, ahora de ropa, tanto tradicional japonesa como playeras de moda en México, juguetes de colección y cientos de artículos de cocina japonesa como envases de obentô, palillos y moldes para preparar comida japonesa.
Posteriormente pudimos ver un gran escenario al aire libre protegido por una enorme carpa, en donde pudimos disfrutar de bailables típicos de distintas regiones de México interpretados por los pequeños de primaria y preescolar; en este mismo escenario hubo una presentación especial del equipo
TWIN cosplay, los cuales triunfaron en el World Cosplay Summit 2015 en Nagoya siendo los primeros latinoamericanos en ganar el primer lugar de este torneo anual por su performance de The Legend of Zelda Majora’s Mask, en esta ocasión los pudimos ver interpretando a Sasuke de la serie anime Naruto y Sinbad del manga Magi.
En el auditorio principal del Liceo pudimos ver algunos actos musicales de los estudiantes de primaria y secundaria, así como una obra de teatro en inglés.
En los salones pudimos ver mucho arte realizado por los pequeños de primaria y preescolar, en donde se destacan distintas técnicas de origami, dibujo, pintura y filigrana, dando obras muy bellas que reflejan los gustos de los pequeños de estos días.
Las clases de cultura japonesa y japonología mostraron distintos trabajos que hicieron para representar cinco celebraciones japonesas, comenzando con una combinación del Día de muertos mexicano con el O-bon japonés en una imagen impresa en gran formato y adornada con lámparas de papel, después pudimos ver un arreglo de rosas de los vientos que simbolizaban la curiosa celebración del setsubun, en donde se arrojan frijoles a personas disfrazadas de oni (demonio u ogro japonés) y se come sushi apuntando a la dirección del año, en este 2016 es hacia el suroeste.
También pudimos ver adornos del Kodomo no Hi y del Hinamatsuri, destacando unos móviles de origami con distintos animales, el cual es típico de la prefectura de Fukuoka.
Finalmente los niños prepararon un hermoso árbol de sakura con papel, donde abajo podía realizar un picnic con pequeñas cajas de obentô de juguete.
Por último pero no menos importante, pudimos disfrutar de una enorme área de comida, con puestos con deliciosa comida mexicana como chilaquiles, tacos, tamales y tortas, los clásicos snacks extranjeros como las papas a la francesa, hamburguesas y hotdogs, y por supuesto no podía faltar, comida japonesa para todos los gustos, okonomiyaki, yakisoba, sushi, cajas de obentô, kushiage y la popular bebida calpis. También ahí mismo pudimos ver algunos locales de venta de libros usados a muy buen precio, talleres de ikebana y juegos de kermes.
Fue un evento muy divertido con un ambiente escolar y familiar que le recuerda a uno su época de estudiante, sólo que al pasar por los pequeños niños de primaria hablando en japonés o ver las barras para hacer piruetas muy populares en Japón, uno no puede evitar sentirse un poco en otro lugar, siendo una experiencia diferente y enriquecedora.