miércoles, 3 de septiembre de 2014

Cultura | Bunraku: las marionetas vivas


Hola a todos, como cada miércoles de Japón en Asia~Stage espero hayan tenido un excelente fin de semana y su semana haya comenzado con éxitos. Como cada semana les tenemos lo mejor de la cultura nipona en nuestro país, así que comencemos.


Hoy hablaremos de un arte japonés que tiene al rededor de 10 siglos de existencia, habiendo pruebas de sus origines que se remontan a la prehistoria del Japón, y que fue agregado a la lista de patrimonio intangible de la humanidad por la UNESCO hace 6 años como muestra de su importancia para todo ser humano.


El teatro de marionetas bunraku (文楽), el cual podría traducirse por sus kanjis como “enunciado divertido”, es el arte japonés que combina las marionetas, la recitación y la destreza en el shamisen. Se caracteriza por las marionetas con gran número de articulaciones usadas por distintos titiriteros al mismo tiempo, todos vestidos de negro y con velos negros cubriendo sus rostros para que queden ocultos en la oscuridad del escenario ayudados por una tenue iluminación que se concentra en la marioneta.

Las obras de buranku suelen ser para un público infantil que se divierte al ver las heroicas aventuras de antiguos samurais venciendo demonios, o ríen a carcajadas al ver comedias sobre monjes ebrios que se meten en problemas. También existen obras más serias dirigidas a un público adulto donde se adaptan obras del teatro nô o dramas de la vida actual.


En México se han visto decenas de obras que hacen uso de esta técnica ancestral para contar divertidas comedias o historias clásicas, un caso bastante reciente fue la temporada de teatro del mes pasado en el Museo Nacional de Historia (Castillo de Chapultepec), en donde a través de esta técnica se presentó la obra Adiós Carlota, contando sin dialogo alguno, sólo haciendo uso de movimientos corporales de las marionetas y música de piano, la historia de Carlota de Hamburgo después de ser recluida en su país natal debido a la locura que le provocó perder a su marido, Maximiliano de Hamburgo, después de perder la Guerra de Reforma contra Benito Juarez.


Sin duda es un espectáculo que si tienes la oportunidad de presenciar no te lo puedes perder.

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