El Vortex
Por: Columnista Invitado
Por: Alendrey
Por: Columnista Invitado
Por: Alendrey
No es el primer concierto de K-pop en nuestro país, pero sí el primer grupo que logra una audiencia y un escenario que dejó impresionados a los más incrédulos. Super Junior se presentó el jueves 7 de noviembre en la Arena Ciudad de México logrando un sold out en sólo cuatro horas.
Más allá del concierto, es un arranque con mayor disposición de la industria del entretenimiento coreano hacia el público mexicano que mostró la capacidad, fuerza y ánimo de quienes disfrutan del K-pop.
Super Junior comenzó una gira mundial que incluyó a Sudamérica por primera vez a mediados de abril, con la posibilidad de contemplar a México; sin embargo, no trascendió la petición y se descartó la oportunidad de estar incluidos en la lista de países para el Super Show 5.
Diversos clubes de fans se organizaron en redes sociales para pedir un concierto en nuestro país, buscaron entre diferentes promotoras, medios de comunicación y patrocinadores y, finalmente, lograron llamar la atención de la SM Entertainment (agencia de talentos creada por Lee Soo Man, abreviatura del fundador, ahora significa Star Museum), empresa creadora de la agrupación surcoreana y otros grupos (BoA, TVXQ, Girls Generation, SHINee, EXO, entre otros). Después de mucho insistir y hacer ruido en muchas partes, demostraron que existe una audiencia que sustenta un concierto al mismo nivel de países como Corea, Japón y Taiwán.
La noticia no se hizo esperar, a finales de septiembre se anunció el Super Show 5 en la Arena Ciudad de México. Fue el inicio de la euforia y un fenómeno de audiencia, poco común con artistas asiáticos. Miles de fans formadas días previos a la venta y al concierto, generó una lucha constante por conseguir una entrada y estar en los mejores lugares.
El día llegó y la presencia de las E.L.F. (Ever Lasting Friends, nombre al cual se remiten a las seguidoras de Super Junior) se distinguían con el azul zafiro (color oficial de la agrupación) en cualquier rincón cercano de Avenida de las Granjas, camiones organizados desde diversos puntos de la República que asistían exclusivamente al show, gritos, pancartas y la emoción del público ante las cámaras nacionales o internacionales. Por fin llegó el día de vivir un Super Show del grupo más famoso en Corea del Sur.
Conforme avanzó el reloj, la gente se puso ansiosa para entrar, aunque la gran mayoría tenía asientos enumerados. Comenzó a ser difícil el acceso, era imposible distinguir la fila, faltaba poco más de una hora y una gran multitud por entrar. La arena terminó abriendo todas sus puertas, el tiempo apremiaba y las manecillas se acercaban para la hora, una inquietud por estar dentro y ver el escenario.
Los asiáticos tienen fama de puntuales y realmente lo son, minutos después de las ocho, se apagaron las luces enfocándose en el escenario, por primera vez la Arena Ciudad de México se cubrió del océano azul zafiro, creado por las casi catorce mil fans con sus lightsticks agitando con gran entusiasmo para ver a Super Junior.
Arrancó una oleada de gritos imparable durante todo el show, comenzaron con Mr. Simple, 미인아 (BONAMANA) y Super Girl. La audiencia no dejó de cantar al unísono y hacer vibrar el recinto. Siguieron con las presentaciones individuales: Shindong, Sungmin, Donghae, Kangin, Siwon, Kyuhyun, Ryeowook y Eunhyuk, se asombraron ante la euforia y vitalidad de las fans, mayor fue la impresión con un breve y escaso discurso en español. Mientras Shindong sorprendió con el trabalenguas de Pablito clavó un clavito, Donghae invitó a las fans a que le llamaran en la noche, Kyuhyun animó al público a desgastarse la garganta y gritar al máximo, cada uno con su simpatía y estilo intentaron robar la popularidad entre la gente.
Continuaron con un repertorio de sus mayores éxitos Super Girl, 너라고 (It’s You), TWINS (Knock Out), 갈증 (A Man in Love), Sexy, Free & Single y SPY conformaron el primer bloque reluciendo su sincronía en coreografías, energía y entusiasmo para complacer a las fanáticas.
Se realizaron presentaciones de forma particular, inició Kyuhyun con Isn’t She Lovely demostró su habilidad en el piano y la ármónica cautivando con sutileza y ternura, a mitad de su presentación la intromisión de Shindong logró hacer reír al público con sus bailes dándole un toque de humor.
Una gran sorpresa fue la presentación del show de chicas, Siwon, Ryeowook, Kangin y Sungmin vestidos como mujeres realizaron un performance al ritmo de나혼자 (Alone), mostraron su poca experiencia en tacones creando carcajadas, gritos e impresionar a las fans en su papel de “chicas sensuales”.
Al ritmo de떴다 오빠 (Oppa Oppa), integrado por Donghae y Eunhyuk, provocaron mayor entusiasmo en la Arena, los demás miembros se integraron en esta canción ante tanto dinamismo.
Se generó una gran expectativa a nivel mundial con el concierto y los clubes de fans, además de venir a México, celebraban el octavo aniversario del grupo. Cuando hubo la mención de parte de Super Junior sobre dicha fecha, el público cantó las mañanitas en honor a ocho años de trayectoria.
Para sacar suspiros, envidias e ímpetu al por mayor, Rockstar fue de las más coreadas y dejó mucho asombro, Siwon y Eunhyuk provocaron suspiros quitándose la camisa exhibiendo una figura escultural y Donghae mostró su cariño con las fans, besó algunas manos afortunadas y otra hasta logró beber de la misma botella de agua de él.
El primer momento conmovedor de la noche fue con Kyuhyun y Ryewook con Gray Paper, esta canción es interpretada por tres integrantes y la ausencia de Yesung “miembro que actualmente realiza su actividad militar obligatoria en Corea del Sur” fue sustituida con su imagen en pantalla, hecho que sacó algunas lágrimas entre las admiradoras que esperan su regreso.
Después de una situación nostálgica, el entusiasmo no dejó de relucir, Wonder Boy y sus exclusivos cosplay de super héroes dieron un toque de ironía, risa y diversión.
Aunque Super Junior se despedía constantemente de las fans, la audiencia emocionada se resistió e hizo todo lo posible para que se mantuvieran en el escenario…sin embargo la despedida era inevitable.
Cerca de las once de la noche, los miembros de Super Junior agradecieron el cariño, la pasión y dedicación por apoyarlos a pesar de las barreras del idioma donde su música trascendió fronteras que nunca imaginaron. Pidieron disculpas por no llevar antes los cuatro Show anteriores e hicieron una promesa: regresar a México con un Super Show 6 y con todos los integrantes.
El cierre del concierto fue con Marry U, canción con la cual el grupo coreano ha llegado a crear un lazo especial con sus seguidoras alrededor del mundo. Al término de la canción simplemente les hicieron una propuesta de matrimonio a las fans mexicanas. La pregunta esperada por las asistentes culminó con la perfecta sincronía de ellas al mostrarle al grupo un letrero con las palabras I DO. Finalmente los integrantes del grupo declararon que tenían muchas esposas alrededor del mundo y en ese momento ya tenían esposas mexicanas.
Super Junior se despidió tras un concierto de tres horas en el que no se hicieron esperar las risas, el llanto, la emoción, el coreo de canciones a todo pulmón y la sorpresa misma del grupo surcoreano al darse cuenta del apoyo de sus fans en este país.
Sensaciones y emociones dejaron muchas que al final todo mundo (me incluyo) disfrutó a su manera, porque no es lo mismo que veas y te platiquen de un concierto al otro lado del mundo, a vivirlo en carne propia.
Super Junior continúa con su gira del Super Show 5, despúes de México se presentó en Londres y siguen por varias ciudades de Japón para culminar el año con su siguiente albúm Blue World.
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