Hola a todos, esperamos hayan tenido un excelente fin de semana, nosotros hemos estado preparando las cosas para entregar sus premios a nuestros ganadores de la dinámica de aniversario que viven en el interior de la república mexicana y ya entregamos a los que viven en el área metropolitana, pero igualmente nos dimos el tiempo para divertirnos en un evento que ya se volvió en una tradición de mayo para nosotros.
Llegamos temprano a esta nueva edición del Kodomo no Hi en la Asociación México-Japonesa (Kaikan), evento que se realiza año con año con el objetivo de unir a las familias mexicanas y japonesas que viven en la ciudad de México en el nombre de la festividad del día del niño en Japón, la cual se festeja los 5 de mayo, y recaudar fondos para que continué con su funcionamiento la Asociación.
Lo primero que llamó nuestra atención al entrar fue un show musical que tocaba música en inglés en un ritmo que nos recordó a Shiina Ringo, era Oyaji Band, un grupo de variedad formado por residentes japoneses en México que gustan tocar instrumentos musicales en su tiempo libre, ellos son liderados por JeaneRK, cantante filipina-japonesa que ha incursionado en varios géneros musicales, y en este momento se encuentra promocionando su disco de música cristina Divine Inspirations, el cual se encuentra en itunes para su descarga legal.
Igualmente en el escenario principal se pudo ver otras presentaciones clásicas del Kodomo no Hi, como lo son el grupo de taiko y ballet mexicano-japonés del Liceo Mexicano-Japonés, el grupo de taiko de Okinawa Ryukyukoku Matsuri Daiko (el cual próximamente tendrá audiciones para ingresar nuevos integrantes) y el grupo idol Amai Himawari. Pero sin duda el mejor momento de la tarde fue la presentación del maestro Nayuta, tesoro viviente japonés originario de Tôkyô es uno de los mejores intérpretes del sanshin, la guitarra japonesa de 3 cuerdas originaria de Okinawa (no confundir con el shamisen que igual es de 3 cuerdas pero de sonido más grave). Él tocó varias canciones infantiles típicas de las islas de Okinawa acompañado de su familia, con la que vive en el estado de Oaxaca aquí en México.
Después de visitar el escenario nos dirigimos a la casa de cultura del Kaikan en donde colgaban las emblemáticas banderas peces koi o koinobori que simbolizan el día del niño, y adentro pudimos ver la muestra de arte del concurso de pintura infantil y juvenil organizado por la maestra Midori Susuki, en el cual pudimos ver piezas muy interesadas creadas por pequeños de todas las edades inspiradas en la naturaleza, sus juguetes y el anime. Igualmente había una muestra de pintura sumi-e muy interesante y un taller de origami para realizar un kabuto (casco samurai), juguete tradicional del día del niño en Japón.
Después entramos a las instalaciones del restaurante del Kaikan, ahí encontramos la ya clásica venta de libros usados, el cual siempre es un reto para el amante de la lectura, ya que si se es conocedor de la literatura en general se podría pasar un buen rato buscando algún título atesorado como una edición en japonés de “Las flores del mal” de Boudalaire o una novela de uno de los grandes de la literatura nipona.
Por último visitamos lo que para muchos es la atracción principal del Kodomo no Hi, los locales comerciales. Se podía adquirir las artesanías y artículos japoneses favoritos de todos, como tazas de cerámica, palillos para comer o cocinar, moldes para obentô y muchos dulces, aunque si eras de los que querían un recuerdo más especial, podrías realizar la escritura de tu nombre en japonés por Carmen-sensei, maestra del arte del shodô en todas sus categorías. También se colocaron cosas nuevas como un local con la versión arcadia del juego de ritmo Taiko no Tatsujin
En cuanto a comida se podía encontrar una variedad enorme y para todos los gustos, pasando por los típicos tacos de bisteck para acompañar con una cerveza, al pasillos de los “yaki”, comida asada japonesa como el takoyaki, el okonomiyaki y el yakimeshi. También había cosas más “caldositas” para los que querían algo muy caliente como el udon, el oden o un tazón de curry con arroz, o si querías un poco de todo podías comprar un obentô para acompañarlo con un vaso de calpis o sake.
En general fue un evento muy divertido a pesar de que la lluvia nos sorprendió a todos a la mitad del evento, por lo que todos los asistentes se concentraron en una de las 4 zonas techadas que tenía el evento. Algo que notamos fue que a pesar de eso, nos podíamos mover con cierta libertad (no estamos diciendo que estaba vacío), pero eso nos hace preguntarnos si habrá asistido menos gente este año. Si asististe ¿Qué opinas del evento?, y si no fuiste esperamos te animes a ir el próximo año.
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