Por: Pablo Millan
Hola a todos, espero estén teniendo una excelente mitad de semana. En esta ocasión vamos a platicar un poco de lo que se pudo ver el pasado domingo 18 de Octubre en las instalaciones de la Asociación México-Japonesa Kaikan al sur de la Ciudad de México.
En esta edición 2015 del festival anual Akimatsuri (literalmente festival de otoño) pudimos ver varios cambios en la organización del evento, lo cual le da un toque fresco a esta celebración que tiene bastantes años de historia.
Comencemos con el cambio más evidente, la organización de los locales, esta ves tuvimos a todos los puestos de comida bajo la carpa monumental que se coloca en el estacionamiento de la sede, y ahí se podía disfrutar de la enorme variedad de alimentos japoneses y mexicanos que ofrecen restaurantes como Daruma, Yaki-Yaki, Grupo Mikasa, Restaurante Kaikan y Sukiya, ofreciendo dentro de su menú okonomiyaki, takoyaki, obentos completos, udon, oden, soba, tacos, postres y un enorme etcétera.
En esa misma carpa pudimos ver también a la maestra Carmen Harada, gran amiga nuestra y que como cada festival ofrece el escribir los nombres de los visitantes en tablillas de madera, y así mimo ahí se encontró la ya tradicional tómbola del festival, la cual por un pago de $200.00 se podía ganar grandes premios como una arrocera eléctrica, juguetes o una cámara digital de alta definición.
Después pudimos visitar en el jardín central de la Asociación el área de venta de distintos productos y servicios, en donde los expositores como Himawari, la asociación de personas de la tercera edad dentro del kaikan, ofrecieron sus productos hechos a mano, o si eres amante de los peluches podías visitar el local de Rilakuma o Taira-chan, y si eres de comer golosinas y snacks, podías pasar al local del Grupo Mikasa con su enorme variante de Pockys y otros dulces de la marca Glico.
Ahí mismo también podías saber sobre las clases de Kyudô, el arte marcial del uso del arco japonés, en la UNAM, de cursos de idiomas asiáticos impartidos por nuestros amigos de ACIA, o la organización SOMEJA que realiza distintas actividades en el año por fomentar la cultura de la paz.
También para los amantes de las manualidades estaba el local de Hirahira, una tienda de papel japonés y otros materiales para origami y encuadernación.
Otro punto de venta que fue separado fue la “Expo Vino y Licores Japoneses“, una sección especial para probar y comprar el sake que se vende en México, vino japonés, whisky, licor de melon y licor de ciruela; también se dio un espectaculo muy japonés, que es el seccionar un atún aleta azul (Maguro) para comerlo como sashimi, lo cual sólo un profesional como el chef del restaurante kaikan podría hacerlo.
Posteriormente pudimos visitar la galería de la Cámara de Comercio e Industria del Japón en México, en donde se dio una muestra de arte a la venta, y fuimos recibidos con una pieza interactiva muy particular de arte contemporáneo, una instalación de sartenes y traseros de maniquí con bragas de mujer, con distintas ordenes como “pégame”, “tócame” o “bésame”, causando una sonrisa en más de un visitante.
También vimos piezas de cerámica del artista Hiroshi Okuno, las cuales estaban realizadas de manera única y exquisita. Nos dio mucho gusto encontrarnos con el trabajo de nuestra amiga Lui Itzel, la cual en este momento se encuentra en Japón y le deseamos todo el éxito del mundo. Otra pieza ya conocida por nosotros fueron las fotografías de Río Vago sobre los templos de la ciudad de Kyôto.
Otro gran cambio que se dio fue el escenario principal, ya que primero se compartió con un ring de boxeo, donde jóvenes japoneses y mexicanos mostraron sus destrezas con los guantes soltando puñetazos que sorprendieron a más de uno. En la parte musical pudimos ver nuevamente a Oyaji Band, una banda formada por japoneses residentes en México que nos muestran como era el rock japonés de su época, al grupo Wasei, formado por jóvenes nikkei que buscan combinar la música moderna con los instrumentos tradicionales japoneses, a Tsugaru Shamisen, una pareja mexicana que interpreta canciones folclóricas japonesas con el instrumento de 3 cuerdas shamisen.
A Saburo Iida, guitarrista y percusionista que toca música moderna con espíritu del Japón antiguo, a Ryukyukoku Matsuri Daiko, quienes siempre animan a todo el público con su música de tambor taiko de Okinawa, a Take Nakamura, un joven japonés residente en México que interpreta canciones pop de Okinawa junto a su instrumento de 3 cuerdas sanshin con una participación especial de nuestra amiga Lupita la ajolotita rosa, y a Bran Dúo, una pareja de arpista y flautista que tocan distintos tipos de música europea como la celta y la irlandesa.
También pudimos ver una muestra de distintas artes marciales, como el kyudô de la escuela que forma parte de la UNAM, y la escuela afiliada al kaikan Shosenjuku que da clases de aikidô, iaidô y kokyuko.
En cuanto a danza tuvimos una gran variedad también, ya que tuvimos la clase de danza mexicana del Liceo Mexicano Japonés, quienes mostraron distintos bailes de la república mexicana. También tuvimos a la escuela mexicana de ballet japonés Ginreikai, quienes encantaron a todo el público con sus vestuarios tradicionales, maquillaje y danza al ritmo de música tradicional y moderna. Y cerrando el evento estuvieron las chicas de Amai Himawari, quienes llenaron de alegría el lugar con la música pop idol de grupos japoneses como Morning Musume, °C-ute y AKB48.
Por último pero no menos importante, dentro del edificio del restaurante kaikan, pudimos ver en su segundo piso una muestra sorprendente de ikebana, realizada por profesores y alumnos de la escuela Soguetsu.
Y en el primer piso estaba la tradicional venta de libros usados y mangas nuevos en japonés organizada por la escuela de idioma japonés kaikan y el Museo Mexicano del Manga, en donde uno puede conseguir libros en japonés desde $5.00MXN.
Sin duda fue un evento muy divertido y que nos dejó buenos recuerdos, esperamos poder ir el próximo año a los festivales que organiza la comunidad japonesa en México, quienes de manera voluntaria participan como organizadores y trabajadores durante las 7 horas que dura el evento. Solo nos queda felicitar a todos los voluntarios, mexicanos y japoneses, que hicieron de este evento una buena experiencia para todos.
Aquí puedes ver la galería completa del evento, en nuestra cuenta de Flickr.
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