jueves, 1 de octubre de 2015

Hiromi: The Trio Project @ Lunario

Me hace ruido
Por: Diego Álvarez Rex

En una noche de Jazz del Lunario del Auditorio Nacional difícilmente los asistentes pegarían de brincos mientras emiten sórdidos berridos entre cada pieza, pero el estilo tan virtuoso pero sobre todo expresivo del trío liderado por la pianista Hiromi Uehara tenía a la sala vuelta completamente loca.


Claro está, Hiromi: The Trio Project está lejos de ser un ensamble estrictamente de Jazz, ya que el público convocado para esa velada oscilaba trajeados y entalonados hasta aquellos de jeans y playera de alguna banda de Progresivo o Rock clásico que mucho tienen que ver con los otros dos integrantes del trío, el imponente Anthony Jackson que ha grabado con personajes como The O’Jays, y Paul Simon hasta Pat Metheni y Dizzy Gillespie, mientras que en la batería, Simon Phillips goza de fama por ser parte de Toto, y haber tocado con Pete Townshend, Jeff Beck y hasta Judas Priest.


La pianista y su ensamble no son ningunos novatos con el público mexicano sino al contrario, gracias a una primera visita el año pasado que causara revuelo y furor entre la crítica, su regreso era cuestión de tiempo y prueba de eso fueron dos llenos totales que desde la primera nota de “Spark”, la carismática pianista con sus particular estilo de mover los brazos como si le clavara las garras a las teclas y fuera poseída por un espíritu que la levanta de su asiento al tocar de manera eufórica, la gritadera de la audiencia no se hizo esperar.


Si bien es poco probable que la pianista hiciera esos ademanes de gruñirle al piano de cola o voltear al público con una enorme sonrisa esperando un grito de arrabal devuelta cual provocación o incentivo, para bien o para mal cada que algún aspaviento o expresivo movimiento aparecía, aplausos intermedios hacían acto de aparición para sonrisa de los músicos en la tarima. Temas nuevos como “Take Me Away” y “Wake up and Dream” rugieron como sí los instrumentos cobraran vida, pero nunca más fuerte que el público enloquecido.


Hiromi no dejaba de agradecer a sus músicos tomando el micrófono y masticando un coqueto pero logrado español y, tras un cierre con “Warrior” y “Move”, el trío se retiró más que campante por haber repasado todos los géneros habidos y por haber en un parpadeo de segundo, y una audiencia agotada de un show en el que tal vez pensaban que solo se limitarían a aplaudir sobriamente mientras bebían algo.
 
 
 

Fotos: David Bajaras @DavidDBarajas

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